Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog global de Schneider Electric por Christopher Roberts
Los sistemas inteligentes pueden mejorar la rentabilidad y eficiencia, optimizando las operaciones y gestión energética de sus instalaciones.
Como lo demuestra la pandemia que está afectando al mundo, la resiliencia en hospitales, la flexibilidad y adaptabilidad en circunstancias difíciles, son más importantes que nunca. Aquí los sistemas inteligentes juegan un papel fundamental en la actualidad.
Un futuro más eficiente y sostenible
En un reciente panel de discusión global, profesionales de la salud debatieron sobre la resiliencia en hospitales. Destacaron poder anticiparse y analizar los riesgos que pueden afectar al sistema de salud.
Por tal motivo, es clave contar con la infraestructura para resistir, absorber o recuperarse de cada crisis. Los sistemas inteligentes, integrados y sostenibles, permitirán operaciones seguras y más eficaces.
Los sistemas inteligentes pueden mejorar la rentabilidad y eficiencia de los entornos clínicos
Aquellos entornos cuyas operaciones estén diseñadas para responder en forma rápida y eficaz a cualquier amenaza natural o de origen humano que se presente, serán los sistemas de salud mejor posicionados.
Esto significa planificar y trabajar para optimizar la infraestructura y gestión de operaciones capaces de mantener, volver a poner en funcionamiento o reemplazar, los sistemas que conducen las operaciones clínicas y las funciones financieras de la organización. Los sistemas inteligentes pueden mejorar la eficiencia operativa y administración energética, garantizando la sostenibilidad en el tiempo.
La resiliencia en hospitales comienza por el entorno
Afortunadamente, los sistemas de infraestructura en la actualidad son cada vez más inteligentes, permitiendo alcanzar un alto nivel de resiliencia en hospitales y así, garantizar la rentabilidad de operaciones. Aquí, describimos los siete aspectos más importantes de cómo pueden mejorar la rentabilidad en lo relativo al rubro de edificios.
1. Más operaciones remotas
Así como los hospitales están dejando de recibir visitas en persona y adoptando la atención remota para controlar la propagación de enfermedades, las organizaciones van a expandir su capacidad de gestionar la rentabilidad, las operaciones y solucionar problemas de forma remota; lo que reducirá la necesidad de contar con un equipo de gestión de infraestructura en el establecimiento.
2. Confiabilidad y disponibilidad del suministro
Todo sistema de salud debe tener resiliencia contra la inestabilidad de la red eléctrica. Si se pierde suministro de la red, ¿Con qué cuenta el sistema para que los pacientes estén seguros y los sistemas clínicos sigan funcionando sin interrupción? Las organizaciones usarán microrredes y otras tecnologías inteligentes para garantizar la continuidad de servicio, en caso de que se produzca una interrupción del suministro.
3. Mejoras en la ciberseguridad
Las iniciativas de ciberseguridad suelen estar enfocadas en los datos de los pacientes, la información financiera y los dispositivos médicos; pero los sistemas de gestión de infraestructura también son vulnerables. Un ciberataque podría apagar completamente una infraestructura. La resiliencia exige garantizar que las puertas de enlace que llevan a estos sistemas, estén cerradas.
4. Más protección de los activos
Las operaciones de una infraestructura son centrales, para brindar servicios seguros y confiables a los pacientes. Una falla de la red eléctrica o del sistema de gestión de edificios puede impedirle al hospital brindar esos servicios. Las organizaciones dependerán cada vez más del monitoreo predictivo y del mantenimiento preventivo, para anticipar y abordar cualquier problema que pueda poner en riesgo las operaciones.
5. Mejoras en la gestión de seguridad
Un sistema de salud no puede ser resiliente si no es seguro. Tiene que crear un entorno que incluya la seguridad en el cuidado de los pacientes. Las organizaciones resilientes incorporarán sistemas inteligentes que podrán por ejemplo, identificar el movimiento de un paciente y a las personas con las que ha estado en contacto. Así, alertar al personal para poner en práctica los protocolos adecuados y reducir la propagación de cualquier infección.
6. Disminución de riesgos y cumplimiento de normas
Los sistemas inteligentes pueden mejorar la rentabilidad y la eficiencia, optimizando las operaciones, mantenimiento y gestión energética.
Cuanto más resiliente es un sistema de salud, más busca reducir el riesgo y cumplir las normas correspondientes. La resiliencia, el cumplimiento de normas y la disminución de riesgos, trabajan juntos de manera simbiótica.
7. Diseño de resiliencia en hospitales
Los sistemas de salud se darán cuenta de la importancia de tomar decisiones para lograr un equilibrio eficaz entre resiliencia y gestión de costos.
Por consiguiente, las organizaciones que incorporen a sus plataformas existentes, sistemas innovadores de gestión de infraestructura, contemplando la relación costo/eficacia, serán las organizaciones que desarrollarán la resiliencia necesaria para resistir la incertidumbre y los cambios veloces en el futuro.
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