Los usuarios de SAIs industriales suelen enfrentarse a importantes desafíos, y así nos lo demostró un reciente ejemplo. Un cliente de una refinería turca quería reemplazar algunos SAIs industriales que tenían más de 20 años. Visto con perspectiva podríamos pensar que, con 20 años a sus espaldas, unas semanas de más no marcarían la diferencia para estos dispositivos. Pero nos equivocamos.
Las refinerías funcionan las 24 horas del día, y detener sus operaciones supone un gran problema, por lo que sólo lo hacen cada dos años. Durante esas paradas, cualquier cosa que necesite mantenimiento o tenga que reemplazarse se revisa lo más rápido posible y, en el caso de la refinería turca, la siguiente parada estaba planeada para septiembre.
Pero, antes de que sigamos adelante con esta historia, parémonos un momento. ¿Qué es exactamente un SAI industrial?
Los SAIs industriales son dispositivos hardware diseñados para asegurar un suministro de alimentación de calidad para equipos críticos ubicados en ambientes muy exigentes. Normalmente se instalan en plantas de producción, instalaciones offshore, refinerías, gaseoductos, plantas de gas, petroquímicas, tanques de almacenamiento, instalaciones de minería, transporte, desalación y aplicaciones químicas. Están diseñados para soportar temperaturas extremas con un alto porcentaje de humedad, y con un flujo de aire limitado. Muchos SAIs se diseñan a medida para las especificaciones que necesita cada cliente y se diseñan para cumplir estrictas normas de seguridad. Eso, por supuesto, requiere su tiempo. Normalmente, unas 18 semanas desde la orden a la entrega.
Estos largos plazos de entrega son uno de los tres grandes males que todos los fabricantes de SAI conocen, junto con el alto precio y la gran huella que suponen.
Como suele ocurrir en estos casos, nuestro cliente turco no disponía de 18 semanas, sino que las necesitaba sus nuevas 16 unidades SAI en 8 o 10 semanas, así que decidimos hacer algo para ponerle remedio.
Desde Schneider Electric creamos un nuevo SAI industrial que incluye las funciones y componentes más demandados por la mayoría de los clientes. Así, en cada caso se puede construir la solución a medida de los requerimientos. Disponemos de todos los componentes en stock y estos, además, están prediseñados para funcionar correctamente de manera conjunta, lo que significa que se tarda menos tiempo en construir un SAI acorde con las especificaciones más comunes: entre 6 y 8 semanas desde el pedido hasta la entrega.
Este proceso también elimina una gran cantidad de ingeniería de producto personalizada, lo que también reduce los costes. El uso de componentes estándar y prediseñados también permite reducir la huella industrial de los SAI a entre 600mm y 1000mm en la mayoría de los modelos de hasta 80kVA. Un impacto muy alejado de algunas unidades personalizadas que habíamos construido en el pasado.
Con suerte, esto abrirá el mercado industrial de SAIs a clientes que realmente se puedan beneficiar de la tecnología. En muchas ocasiones, hemos visto a clientes que necesitan un SAI en un ambiente muy exigente, y que tienen que sustituirlo en sólo 5 años. Sin embargo, un buen modelo industrial debería durar unos 20 años.
Para más información, podéis visitar nuestro informe especial gratuito “Next Generation AC and DC UPS Solutions for Offshore Oil and Gas Engineering Applications», una lectura obligada para cualquier persona de la industria del petróleo y el gas qué explica la tecnología que se esconde tras un SAI industrial y aclara por qué es una opción adecuada que proporcionará una protección duradera y una energía fiable.
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