Cuando hablamos de diversidad e inclusión en el trabajo ¿qué es lo primero que te viene a la mente? Tal vez pienses en igualdad de género, en la no discriminación racial, o pienses en organizaciones inclusivas en donde no importa tu preferencia sexual o de dónde vengas. Pero ¿no se nos olvida pensar en la discriminación generacional? Como jóvenes, cuántas veces no nos ha pasado que no toman en cuenta nuestra opinión simplemente por la edad que tenemos, o los años de experiencia con los que contamos. Incluso nos subestiman o nos dan poca libertad con nuestras responsabilidades, en relación con lo que sabemos que realmente somos capaces de hacer.
No me lo tomen a mal. Claro que soy consciente de que, para ser grandes, casi todos nosotros debemos empezar desde abajo, hacer sacrificios y trabajar muy duro. Pero también estoy segura de que en cuanto a desarrollo y crecimiento se refiere, nosotros, y muchas veces el mismo entorno, somos las mayores limitantes con las que nos encontramos para lograr nuestras metas.
En este artículo les contaré un poco sobre cómo descubrí el impacto que la inclusión generacional puede tener en nuestros logros, y de cómo la confianza y la responsabilidad, utilizados de la manera adecuada, pueden impulsar nuestra carrera profesional.
¿Quién soy?
Mi nombre es Paulina Arellano. Soy egresada del Tecnológico de Monterrey de la carrera de Mercadotecnia y Comunicación. Puedo decir sobre mi que algo que me distingue de muchos de los integrantes de mi generación es que empecé a trabajar muy joven.
Aunque me gradué apenas este año, conocí Schneider Electric en mi séptimo semestre de la carrera, ya habiendo trabajado en un par de empresas más. Me encontraba buscando una empresa con mejores oportunidades, y concretamente en el sector de retail. Pasé por varias entrevistas, algunas ofertas, y finalmente se me presentó la oportunidad de ingresar a Schneider Electric como becaria de recursos humanos. En un inicio no estaba segura de entrar a trabajar en una empresa dedicada a la gestión y automatización de energía. Finalmente me di la oportunidad de conocer algo diferente y debo admitir que me sorprendió.
La magia del empoderamiento
¿Han escuchado que los becarios están para traer el café y sacar copias? Bueno, esa tal vez sea una afirmación un poco exagerada, pero si es verdad que en muchas organizaciones con oportunidades para realizar prácticas, los estudiantes realizan primordialmente actividades operativas para liberar carga de trabajo en los equipos. Muchas veces no tienen la oportunidad de liderar algún proyecto que los ponga realmente a prueba, los ayude a descubrir nuevas habilidades o les de exposure. Esto lleva a la desmotivación y pérdida de interés por parte de los practicantes, que con seguridad tendrán una breve trayectoria en la empresa.
En mis primeras prácticas, esa fue la experiencia que me llevé. No fue hasta que llegué a Schneider, en donde me integraron como a un miembro más del equipo, asignándome proyectos y responsabilidades, involucrándome en la toma de decisiones y tomando en cuenta mis opiniones, que encontré una verdadera motivación. Fue en ese momento cuando descubrí que no hay nada que te empodere más y que te levante con más fuerza, que el saber que tienes el poder de impactar, de dejar tu huella.
La importancia de la inclusión generacional
Cuando empezamos a buscar trabajo, muchos le damos prioridad al prestigio de la marca, al salario, o incluso algunos nos dejamos llevar por la idea de que lo que sea es bueno con tal de empezar a adquirir experiencia. A pocos nos pasa por la mente que es nuestro lugar de trabajo en donde pasaremos la gran parte de nuestra semana y prácticamente la mitad de nuestro día. Por eso cobra tanta importancia formar parte de una compañía que valora tanto a su gente y en donde se promueve el bienestar en todos sentidos.
En Schneider Electric las oportunidades para los jóvenes son amplias y sobre todo prometedoras. Existen tanto los programas para realizar prácticas profesionales como para recién egresados. Estos últimos son programas de desarrollo acelerado, cuyo propósito principal es desarrollar a los líderes del futuro; Programas en los que se espera que los jóvenes cuestionen el status quo, sean disruptivos y transformen a la organización.
Ciertamente mi carrera profesional apenas comienza y aún me hace falta mucho que aprender y un largo camino por recorrer. Sin embargo, puedo decirles con seguridad que, si algo he aprendido en mi poco tiempo de experiencia, es que debemos buscar pertenecer a una organización cuyos valores empaten con los nuestros, y cuya cultura nos inspire y mantenga motivados, para así lograr grandes cosas. No cabe duda que una empresa que apuesta por el talento joven está destinada a prosperar.
Conversación
Claudia Gomez Llamas
4 años ago
Pau, es un gusto tenerte en el equipo. Me encantó tu blog!
Laura Ramirez
4 años ago
El entusiasmo es contagioso ¡No lo pierdas nunca!
Ingrid Rodríguez Sánchez
4 años ago
Leerte me recuerda esa etapa de vida, yo fui becaria alguna vez. Sin duda caer en una buena empresa puede ser una base de conocimiento y de cultura laboral que perdura mucho tiempo. Enhorabuena tenerte con nosotros 🙂
Alexa Valdez
4 años ago
Me inspira muchísimo este artículo y sobre todo, me siento muy identificada. Como estudiante de mi último semestre, definitivamente, este es el tipo de motivación y seguridad que necesito al buscar empleo. Gracias Pau, por contarnos tu experiencia.